Luna sangrienta, de Ramsey Campbell

TÍTULO: Luna sangrienta
TÍTULO ORIGINAL: The Hungry Moon
AUTOR: Ramsey Campbell
AÑO: 1986



EDITORIAL: Vidorama
PÁGINAS: 432
ISBN: 978-84-7730-183-7
SINOPSIS:
En los desolados páramos del norte de Inglaterra, a la sombra de una moderna base de misiles, la población de Moonwell será víctima de un sangriento legado druida.
Moonwell constituye una pacífica villa turística, que en la actualidad todavía conserva algunas antiguas tradiciones, aunque en realidad se haya olvidado del origen de las ceremonias. Pero tan repentinamente como las nieblas que se generan en el páramo invaden el lugar, la llegada de Godwin Mann, un carismático evangelista, transforma al tranquilo Moonwell en un nido de desunión. Mientras un vecino se revuelve contra otro, el perverso dios druida de la luna, atrapado en un foso de los páramos, rehace su fuerza y espera el momento de perpetrar sus venganza sobre la humanidad.
Los lugareños, hipnotizados por el fanatismo religioso, ¿están arrullados en la luz de Dios, o habitan en las sombras del mal?


Fragmento de una canción antigua que canta un viejo en la posada del pueblo y que trata de una antigua leyenda de Moonwell que pone los pelos de punta :

Tres valientes mozos caminaban bajo un sol sin par,
jurando encontrar a Harry el Lunático y sus ojos picar.
Baja, Harry el Lunático, no nos acoses más,
flores tenemos para darte, en tu puerta las vamos a dejar.
Tres valientes mozos caminando, en la fronda entraron sin más.
Encontraron a Harry el Lunático a la luz crepuscular.
Baja, Harry el Lunático, que te queremos hablar.
Tres valientes mozos le cortaron los brazos y las piernas.
Rodando le llevaron, sin ojos, donde la luz era ya tinieblas.
Tres valientes mozos caminaban bajo la luna nueva.
Y regresaron por ver si su victoria era plena. Oyeron a Harry riendo,
que a los muertos quería despertar. «Chicos, tenéis mis ojos,
pero yo la cabeza os he de cortar.»
Un valiente mozo tiene la cabeza en el foso antes del alba.
Harry el Lunático la tiene, la cabeza y el alma.
Dos valientes mozos atrancaron las puertas, l
os cerrojos pusieron, pero tranca y cerrojo a la llamada del muerto se abrieron.
«¿Quién llama? Oigamos su voz, su saludo y su ¡hola!»
«Es un amigo que veros desea, no quiere otra cosa.
Saltad por la ventana, como liebres corred.
Doquiera vayáis, de Harry no os podréis esconder.»
Dos mozos valientes dejan sus cabezas atrás.
Dos muertos errantes caminan y siguen a otro más.
En la negra espesura los dientes enseña y se ríe la luna.
Harry el Lunático se levanta de su horrenda tumba.
El clérigo está en el pozo y la noche en el sol;
nadie se irá hasta que Harry acabe con su horror.
Baja, Harry el Lunático, no nos acoses más
flores tenemos para darte, en tu puerta las vamos a dejar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario